Intervención artística final: Las llaves están en infantil

A lo largo de estos tres años mantuvimos un juego con nuestro alumnado en el que le decíamos que la maestra tenía unas llaves mágicas con las que logramos abrirles la cabeza, el corazón, los sentidos, la mirada o el pensamiento. Ahora que se van con todo abierto, le pregunté si no me dejaban aquí las llaves para poder ayudar a otros niños y niñas a abrirse. Por ello decidimos hacer una intervención artística como un recuerdo o una metáfora de ese nuestro juego.

Nosotras, siempre decimos que el arte es un lenguaje que nos permite expresar ideas con otros recursos, los plásticos. Es fundamental que comprendan que una obra es una forma de expresión, por ello, cuando hacemos trabajo artístico, no se trata de copiar obras de autores más o menos relevantes, sino que entiendan que son otros modos de representar el mundo. En este caso, pese a la aparente sencillez del resultado, cuidamos mucho el proceso y todo tiene un significado.

Una vez acordamos que me haríamos un cuadro con las llaves que empleamos, redactaron una nota para pedir a las familias que colaborasen con nosotros aportándonos llaves que ya no utilizasen en casa, explicándoles que era para nuestra última intervención artística. Así juntamos cincuenta de todos los tamaños, modelos y formatos: las hay grandes, pequenitas, llaves de armarios, de puertas, de coches, tubulares, de doble punto, de seguridad, de cajas, de portal…

Luego fuimos decidiendo qué podía simbolizar cada una de ellas: la llave con la que abrimos los secretos, los ojos, el oído, la bondad, la timidez, los sentimientos, la sensibilidad …, y por supuesto una llave personal con la que se abrió cada uno de ellos y de ellas. Sobre cada una de ellas se escribió su función.

En el último día nos trajeron una de esas llaves grandes y antiguas (de hórreo o molino) y decidimos que esa sería la llave maestra que puede abrir todo.

Como soporte, tras dos intentos, nos decantamos por un lienzo grande sobre el que cada uno de ellos escribió varias veces su nombre con ceras acuarelables, de modo que una vez aplicada el agua, cada color de cada nombre se fusionó con los otros creando una paleta multicolor donde los nombres permanecen atenuados por debajo de los colores. Como cualquiera puede suponer, esto no se le ocurrió a ellos, pero sí se les explicó la razón por la qué se hacía así. Todo responde a un motivo, es una metáfora y así hay que hacérselo ver.

Hecho el montaje, se busca un título, nos decantamos por la propuesta de una niña que escribe “Las llaves mágicas abretodo”.

Ahora que ya vaciamos el aula, recogimos todos sus trabajos, los carteles con sus nombres, quedando todo de nuevo desnudo y en blanco para volver a comenzar con otros niños y niñas, saben que ese cuadro quedará conmigo y que cada vez que lo vea recordaré cómo se fueron abriendo estas veinticinco personas que cuando llegaron a la escuela aún tenían muchas puertas cerradas. Tan sólo fue preciso encontrar la llave adecuada para lograr que cada uno nos mostrase lo que tenía escondido dentro o para que dejase entrar las buenas cualidades con las que ahora van equipados.

Para nosotras es una de las mejores metáforas visuales que tenemos realizado, una de las más llenas de significado y de vida. Sin contar que tiene un doble sentido, incluso una afirmación y una reivindicación de nuestra función profesional: que nadie dude que las llaves están en infantil.

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Chaves

Para acceder a las intervenciones artísticas finales de otros cursos:
2012-13: Water painting
2011-2012 Tall painting
2010-2011 Drip painting
2013-2014 Ice painting  y  Milladoiro 11_14

3 Comments

  1. l Muchas gracias por compartir siempre propuestas y puntos de vistas que nos ayuda a mirar nuestro contexto y abrir nuevas posibilidades , ideas, sueños y posición crítica. Ustedes son una” llave mágica abre todo”. Un saludo afectuoso desde Argentina. Silvina Espoueys

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