Pintar con agua, arte efímero

En lo más sencillo es donde habitualmente se encuentra mayor placer. En estos días del veranillo de San Miguel, con altas temperaturas en las aulas, decidimos salir al patio para pintar sólo con agua sobre el hormigón de los muros. Para ellos, pura magia. Jugar con el agua, dejar las huellas de las manos, de los pies, salpicar, manchar, escribir, dibujar con pinceles, brochas, rodillos, esponjas, jeringas o trapos, y al rato desaparecer lo que hicieron, fue algo que los mantuvo fascinados y entretenidos durante bastante tiempo.
Lo malo es que pocas ocasiones tenemos en Galicia para poder repetir la experiencia, por ello, en cuanto se den las condiciones, volveremos.

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