Reggio 12ª: la documentación de los procesos educativos

La documentación es la práctica de observar, anotar, interpretar y compartir los procesos y productos del aprendizaje a través de una variedad de medios para profundizar y ampliar el aprendizaje» (Rinaldi, 2001). La documentación es uno de los principios básicos de las escuelas reggianas, una documentación reflexiva, además de descriptiva. Las transcripciones de los comentarios y discusiones de los niños, las fotografías de sus actividades y las representaciones de sus pensamientos y aprendizajes son elementos que se estudian cuidadosamente. Estos documentos tienen diferentes funciones; la más importante de todas ellas: ser herramientas para formular hipótesis sobre la dirección que tomará el trabajo y las experiencias con los niños.

Son documentos muy sencillos, en muchos casos no más que un cuadro de doble entrada; por un lado figura el nombre del niño/la, y por el otro apuntes de las tareas o actividades desarrolladas en ese día. Estos documentos se exponen en las entradas de cada aula, de manera que ayudan a que los padres y madres sean conscientes de las vivencias escolares de sus hijos y se mantengan involucrados. En otra ocasión hablaremos de cómo es el acceso de los progenitores al centro y de cómo conversan con los profesionales; no es una «entrega de un paquete». Esta documentación hace posible que los educadores entiendan mejor a los niños y sirven para evaluar su trabajo docente, a la vez que promueven su crecimiento profesional, y hacen que los niños sean conscientes de que su esfuerzo es valorado. Todo esto se archiva en el centro, más tarde pasa a los fondos del Centro de Documentazione e Ricerca Educativa, donde se almacena la documentación pedagógica de los nidi y scuolas desde 1980, el que ellos consideran «el patrimonio de las ideas y de las experiencias educativas». Sus funciones, la formación del profesorado y la divulgación, para lo que cuentan con biblioteca, hemeroteca, fototecas, los fondos del sguimiento de proyectos, etc.

El viaje de estudios fue muy interesante porque permitió ver in situ aquello sobre lo que tanto habíamos leído, pero también por la posibilidad que nos brindó de intercambiar experiencias e inquietudes entre las asistentes. Un tema que fue tratado en estas tertulias profesionales fue la preocupación de algunas compañeras que, liberadas del material editorial, al finalizar cada trimestre sentían una cierta desazón por no enviar para las casas nada tangible, como son los libros de fichas, para pueda ser visto por las familias. He ahí la alternativa.

Recomendamos la lectura del libro «Diarios de clase, un instrumento de investigación y des arrollo profesional» del profesor Miguel Zabalza, en Narcea, en el que se expone de forma reflexiva la importancia de escribir y emplear los Diarios en el aula, tanto para el proceso de mejora profesional como en el de investigación sobre la práctica diaria.

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