Bulbos y matemáticas

bulbos e matemáticas

Ver presentación.

Este año acordamos que volveríamos a plantar bulbos dado el éxito de los jacintos del pasado curso. En esta ocasión serán crocus, iris y tulipanes. Los tres en una misma lata y todos diferentes en cuanto a: tamaño, momento de floración y profundidad de plantación. Lo que nos dio ocasión a hacer un interesante trabajo matemático.

En primer lugar se hizo necesario conocer las recomendaciones presentes en el envase  la interpretación de símbolos convencionales referidos  al momento de plantación, al de floración, a la necesidad de luz, a la orientación y a la profundidad de plantación. Observando también el tipo de envase en el que se comercializa, una bolsa perforada para permitir que «respiren».

A continuación, hay que preparar los recipientes, haciéndoles un agujero a las latas para facilitar la salida de agua excedente, para así no «ahogar» los bulbos.

El problema llega en el momento de preparar la plantación, ya que los bulbos deben plantarse la distinta profundidad. Intuyen acertadamente cuál es el motivo de esta diferencia: bulbos más grandes, plantas de mayor altura necesitan más profundidad para que la tierra les sirva de soporte. Se debate alrededor de cómo solucionarlo y sobre cuál debemos plantar primero. Deciden tomar medidas en la lata desde el borde; se llena al primer nivel o marca, a 10 cm., y se colocan los bulbos de tulipán y de iris; se cubre de tierra hasta la segunda marca a 8 cm, y se deposita el crocus. Se rellena de tierra hasta el borde, se riega y se lleva al «invernadero», una zona acristalada que recibe el sol de la mañana y la sombra de la tarde, tal y como precisan estas plantas, según las indicaciones del envase.

Finalizamos con la elaboración del calendario en el que hacer el seguimiento de las estimaciones de germinación y floración: crocus en marzo (a comienzo de la primavera); tulipanes en mayo (a mitad de la primavera) e iris a finales de mayo-junio (al final de la primavera). Ya contaremos sobre la evolución de los bulbos. La fijación de fechas, el seguimiento del desarrollo de una planta, es lo que nos permite trabajar con nuestro alumnado el paso del tiempo; concepto harto difícil de comprender a estas edades.

Posteriormente le sacamos más provecho a las etiquetas de los envases; si en un primer momento nos centramos en la información contenida en el texto y símbolos, más tarde le dedicamos un tiempo a los números. Hay muchos más de los que pensábamos, de distinto tamaño, acompañando a letras o símbolos. Vimos que unos indican cantidad, otros precio, dimensiones,direcciones, códigos de identificación, etc.

También atendieron a la información en distintos idiomas, con sus correspondientes símbolos, y como novedad les mostramos los números romanos, empleados para refirirse a los meses de forma muy abreviada.
Toda una fuente de información que llevaron a casa para mostrársela a sus familias.

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