Seguimos contando en qué consistió el I Encuentro de la RIEI.
Uno de los mayores aciertos de la organización del Encuentro de la I Red Iberoamericana de Educación Infantil fue alojarnos en la Residencia de Estudiantes de Madrid.
La Residencia de Estudiantes, desde su fundación en 1910 por la Junta para Ampliación de Estudios hasta 1936, fue el primer centro cultural de España y una de las experiencias más vivas y fructíferas de creación e intercambio científico y artístico de la Europa de entreguerras. En 1915 se traslada a su sede definitiva en la madrileña Colina de los Chopos. Durante toda esta primera etapa su director fue Alberto Jiménez Fraud, que hizo de ella una casa abierta a la creación, el pensamiento y el diálogo interdisciplinar. Tanto la Junta como la Residencia eran producto de las ideas renovadoras de la Institución Libre de Enseñanza, fundada en 1876 por Francisco Giner de los Ríos.
La Residencia se proponía complementar la enseñanza universitaria mediante la creación de un ambiente intelectual y de convivencia adecuado para los estudiantes. Características distintivas de la Residencia fueron propiciar un diálogo permanente entre ciencias y artes y actuar como centro de recepción de las vanguardias internacionales. Ello hizo de la Residencia un foco de difusión de la modernidad en España, y de entre los residentes surgieron muchas de las figuras más destacadas de la cultura española del siglo XX, como el poetaFederico García Lorca, el pintor Salvador Dalí, el cineasta Luis Buñuel y el científico Severo Ochoa. A ella acudían como visitantes asiduos o como residentes durante sus estancias en Madrid Miguel de Unamuno, Alfonso Reyes, Manuel de Falla, Juan Ramón Jiménez, José Ortega y Gasset, Pedro Salinas, Blas Cabrera, Eugenio d’Ors o Rafael Alberti, entre muchos otros.
La Residencia fue además foro de debate y difusión de la vida intelectual de la Europa de entreguerras, presentada directamente por sus protagonistas. Entre las personalidades que acudieron a sus salones figuran Albert Einstein, Paul Valéry, Marie Curie, Igor Stravinsky, John M. Keynes, Alexander Calder, Walter Gropius, Henri Bergson y Le Corbusier, entre muchos otros. A menudo, estas personalidades fueron invitadas por dos asociaciones privadas que colaboraron activamente con la Residencia y unieron su labor a un amplio sector de la sociedad civil: la Sociedad de Cursos y Conferencias y el Comité Hispano-Inglés.
Para nosotros, poder vivir esta experiencia fue un regalo. Una vez se llega a la Colina de los Chopos, se tiene la sensación de trasladarse en el tiempo. Sólo de pensar en los intelectuales que por aquí pasaron y dejaron su impronta ya da vértigo. Siendo un lugar austero, como de college, sin grandes lujos, el trato es exquisito. Sito en el centro de Madrid, parece un oasis de calma que propicia el estudio, la lectura, la conversación y la reflexión.
Hoy la Residencia es, de nuevo, uno de los centros más originales del panorama cultural español.
- Organiza numerosos actos públicos, en los que intervienen muchos de los protagonistas actuales de las artes y las ciencias como Mario Vargas Llosa, Pierre Boulez, Martinus Veltman, Ramón Margalef, Jacques Derrida, Blanca Varela o Massimo Cacciari, entre otros. Conferencias, mesas redondas, conciertos, lecturas de poemas, encuentros o exposiciones convierten a la Residencia en un espacio abierto al debate, la reflexión crítica y la creación en torno a las tendencias de nuestra época.
- En ella conviven cada año, en estancias generalmente inferiores a una semana, cerca de 3.000 investigadores, artistas y profesionales de los campos, más diversos, procedentes de todo el mundo.
- En el Centro de Documentación puede consultarse un conjunto único de fondos bibliográficos y documentales, especializado en la historia intelectual y la ciencia contemporáneas, principalmente del primer tercio de siglo. Destacan los archivos particulares de Federico García Lorca, Luis Cernuda, Jesús Bal y Gay, Fernando de los Ríos o León Sánchez Cuesta, y los de instituciones como la Junta para la Ampliación de Estudios o el Museo Pedagógico Nacional. Las descripciones de los fondos documentales y bibliográficos y un conjunto de imágenes de los propios documentos digitalizados están disponibles en la Red de centros y archivo virtual de la Edad de Plata de la cultura española contemporánea (1868-1936), proyecto que lidera la Residencia de Estudiantes y que cuenta con la financiación de la Fundación Marcelino Botín.
- Desarrolla distintos proyectos de investigación siguiendo dos líneas principales: el estudio y la difusión de su legado histórico y el análisis de las tendencias actuales de pensamiento con el objetivo de explorar el porvenir de la cultura.
- En 1990 recuperó su viejo sello editorial, con el que publica los resultados de su labor investigadora y algunos de sus cursos, lecturas de poemas o ciclos de conferencias. Prepara, además, ediciones críticas de sus textos históricos y rescata excepcionales testimonios como elArchivo de la Palabra o la revista Residencia.
- El 28 de marzo de 2001 se inauguró la rehabilitación arquitectónica integral de la Residencia de Estudiantes con los trabajos de renovación de los pabellones Central y Gemelos, el amueblamiento del conjunto de los edificios y la urbanización y ajardinamiento del entorno de la Colina de los Chopos.
A día de hoy es un centro con constante actividad, así, además de la exposición Redes Internacionales de la Cultura española 1914-1939, también pudimos ver una sobre el escritor gallego Ramón María del Valle-Inclán, “Otros verbos, nuevas lecturas: Valle-Inclán traducido [1906-1936]«, organizada por el Consello da Cultura Galega y dedicada a la recepción internacional del dramaturgo a través de la traducción de su obra a distintos idiomas.
En este vídeo, elaborado con motivo de la celebración del centenario de la Residencia de Estudiantes (1910-2010), se puede ver lo que fue y lo que es hoy, un lugar de encuentro para la cultura internacional abierto al debate y a la reflexión sobre las corrientes de pensamiento y creación en este comienzo de siglo. Aquí tienen lugar cursos, conferencias, encuentros, lecturas de poemas, conciertos y exposiciones, prestando especial atención tanto a la recuperación de un período especialmente significativo de la historia intelectual como a las nuevas tendencias en las diversas áreas de conocimiento y aplicación de las nuevas tecnologías.
A lo largo de la semana que allí permanecimos vimos que la Residencia de Estudiantes es un hervidero de actividad desde primeras horas de la mañana -ya que, también es sede del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC-, hasta bien entrada la noche con ciclos de conferencias o conciertos.
No queremos dejar de agradecer la oportunidad única que nos brindó la organización, permitiendo que nos alojemos en un lugar tan emblemático de la renovación educativa en España, en el pasado y en el presente.
La Residencia conserva su función de alojamiento, dirigida en la actualidad a investigadores, artistas y creadores de diversos campos y procedencias que residen durante periodos normalmente inferiores a una semana. La Residencia dispone ahora de 90 habitaciones y de servicios de cafetería y restaurante abiertos tanto a los residentes como al público general.
Cerca de 3.000 personas se alojan anualmente en la Residencia. La relevancia profesional de los residentes fomenta un especial clima de intercambio interdisciplinar que la convierte en un campus informal de las ciencias, las artes y las humanidades. Este ambiente está propiciado por la convivencia diaria, desde la tertulia a la hora del café hasta el debate entre los especialistas.
Un caso especial es el de los becarios. Varios jóvenes investigadores y artistas, que obtuvieron las becas convocadas por la Residencia y el Ayuntamiento de Madrid, residen durante el curso en los Pabellones Gemelos.