Mucho hemos hablado estos días sobre el paso al centro de primaria. Hay expectativas positivas y mucho conocimiento transmitido por «voces autorizadas» de niños con hermanos mayores ya en primaria. Hay mitos, realidades, absurdos y verdades. Tratamos de racionalizar todo ese conocimiento. Pensamos que la mejor manera era recoger todas esas dudas en un Kartonlibro y preguntárselo directamente al profesorado y/o equipo directivo del centro receptor.
Ellos apuntaron preguntas como:
-¿Hay que hacer exámenes? ¿Y por qué?
-¿Hay que sentar de uno en uno o de de los en dos? ¿Y por qué?
-¿Ya no hay juguetes en las aulas? ¿Y por qué?
-¿En este cole hay fiestas? ¿Y por qué?
-¿Estaremos todos juntos en la misma aula? ¿Y por qué?
-¿Haremos cosas chulas para llevar a casa? ¿Y por qué?
-¿Tendremos blog de aula para que los padres vean lo que hacemos? ¿Y por qué?
-¿Hay que hacer deberes? ¿Y por qué?
-¿Hay cole por la tarde? ¿Y por qué?
-¿Por la mañana, al llegar conversaremos y contaremos cuentos? ¿Y por qué?
-¿Iremos solos en el autobús? ¿Y por qué?
-¿Hay seis campos de futbol? ¿Y por qué?
-¿Como castigan los que se portan mal? ¿Y por qué?
«El libro de los Por qué», se completaba con el poema E por qué? de Carlos Fontes, que viene a resumir de forma extraordinariamente hermosa las cosas que a los niños y niñas les gustaría aprender en la escuela de educación primaria.
E por que a Terra é redonda?
E por que hai días e noites?
E por que reflicte o espello?
E por que o ceo é azul?
E por que hai solpor vermello?
(…)
Para nosotras es un momento de gran importancia en la vida de los niños y niñas, por ello, tratamos de mimarlo y cuidarlo lo más posible, llenándolo de ilusión y vaciándolo de ansiedad.
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Libro dos Por que? |
Toda la vida haciéndonos preguntas…
Dicen que cuando uno aprende todas las respuestas, el mundo entonces, cambia las preguntas. Siempre preguntones, siempre curiosos… como debe ser.
Ana, el problema es que muchas veces no escuchamos las preguntas de los niños/as ya que estamos más preocupadas por lo que nosotras tenemos programado. A nosotras nos gustan los niños preguntones aunque nos «alteren» nuestra programación. Un saludo