Reggio 7ª: niñas y niños con derechos especiales

Cuando visitamos las escuelas, algunas compañeras preguntaban si allí no se escolarizaban niños con necesidades educativas especiales; lógicamente, y como en cualquier otro centro, podía haber o no. Nos explicaron la consideración «especial» que tienen estas criaturas. La primera, y más importante -no es una cuestión de nomenclatura- los llaman niños y niñas con «derechos especiales», esto como decimos es más que una denominación, cambia sustancialmente su consideración.

Cuando se escolariza un niño de estas características, se refuerza el personal de aula con una persona más; pero no para atender en exclusiva al niño, sino para ayudar a «normalizar» la situación de toda la clase. En este caso en lugar de pareja educativa, serán tres las personas que se corresponsabilicen del grupo. Luego, en función de la especifidad de la atención que requiera, podrán intervenir en el centro personal sanitario o de servicios sociales (equipos de atención tempranera, fisioterapeutas, etc.). En el año 2008, se escolarizaron en Reggio Emilia 45 niños y niñas con «derechos especiales» y se incrementaron las plantillas con 40 educadores de apoyo, así como 1 coordinadora pedagógica de referencia para velar por su inclusión real.

Una hermosa denominación que mira hacia la educación inclusiva. El gran reto que tenemos a día de hoy en las escuelas es el de pasar de un enfoque tradicional de la integración escolar de alumnado con n.e.e. a un enfoque inclusivo; lograr convertir los centros educativos en un contorno comprensivo capaz de acoger y atender adecuadamente la diversidad de necesidades del alumnado. Una escuela inclusiva es aquella que ofrece a todo su alumnado las oportunidades educativas y las ayudas precisas (curriculares, personales y materiales) para su progreso académico y personal. Pero aun, a día de hoy, en nuestros centros suceden cosas como que se significa al alumnado integrado; los servicios de apoyo se centran en el alumno/a; se tiende a apoyar de manera individualista y la mayor parte de las veces fuera del contexto-aula; el profesorado tutor tiende a «desresponsabilizarse»; y se descuidan los aspectos más sociales del aprendizaje.

En el artículo «Inclusión y sistemas educativos» tendremos ocasión de leer las diferencias entre integración-inclusión, así como las condiciones y factores clave para hacer una escuela inclusiva.

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